Talía hagamos un trato.

Hola, otro día con nuevas experiencias y sorpresas, encontré estos test en los post de unos amigos, y pues dije ¿porqué no hacerlos? y aquí están, traduje el del Arcángel para que se entendiera mejor, ¿De verdad soy así?, no lo creo, pero bueno, fue divertido hacerlo. 

Otra sorpresa muy buena que me encontré fue ver que una amiga que nació con mi misma estrella (nacimos el mismo día) visitó el post y se le agradece. Por lo menos ya no son tan pocos lectores como los que esperaba. 

Continuando con las sorpresas, ahora resulta que soy un lujurioso según el test de los infiernos de Dante (vale la pena decir que es una excelente obra de literatura), vaya, ¿Quién lo iba a decir?, pero bueno. Mientras hacia este test recordé una obra que alguna vez un buen maestro mío, Derek que ahorita supongo está en Canadá, me dio la oportunidad de leer, se llama No Exit (Sin Salida) de Jean Paul Sarte. 

Esta excelente historia esta protagonizada por 3 personas, tres personalidades totalmente opuestas que casualmente cada uno odiaba, estos tres personajes viven un infierno muy particular aguantar a sus dos compañeros toda la eternidad, ¿pueden imaginar que de castigo te pongan a las dos personas que no puedes soportar por toda la eternidad?, terminaría con un tiro en la cabeza.

Por lo general siempre quiero terminar mi post con algo interesante. No sé si lo he escrito antes, creo que no, pero desde que me vine a Guadalajara conocí una persona que se ha vuelto aire para mí, es decir, sin ella sería muy difícil seguir adelante, así que hoy quiero dedicar el final de mi post a ella, Talia, con un poema de un increíble escritor:

Hagamos un Trato

Mario Bennedeti

Si alguna vez adviertes que te miro a los ojos,

y una veta de amor reconoces en los míos

no pienses que deliro,

piensa simplemente que puedes contar conmigo.

Si otras veces me encuentras huraño sin motivo,

no pienses que es flojera,

igual puedes contar conmigo.

Pero hagamos un trato: yo quisiera contar contigo,

es tan lindo saber que existes,

uno se siente vivo, y cuando digo esto,

no es para que vengas corriendo en mi auxilio,

sino para que sepas que tú siempre puedes contar conmigo.