jueves, mayo 01, 2014

La tormenta

No es la primera vez que sucede, se acerca la tormenta la escucho y de pronto todo se obscurece, los relámpagos latiguean inundando solo por un segundo la obscurecida calle y los truenos retumban con la fuerza de quien intenta destruir las paredes.

Pero soy un necio que creció en tus ventiscas, soy un tonto que adora tempestades. Me acerco al balcón para abrir la ventana y recibir de lleno toda la fuerza, es la única manera de calmarte no se puede luchar con tu furia, y refugiarte para no escucharla es de cobardes.

No es mentira adoro sentir en mi cara toda la furia del tifón porque me hace sentir vivo no se puede estar mas cerca de tu corazón que en plena tormenta.


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