lunes, diciembre 31, 2007

01 de Enero 2008

Son las 11:07 del dia treinta y uno de diciembre en estos momentos estoy en casa en un cuarto de mi casa que hace tanto tiempo abandone para empezar una vida nueva (Una vida que me lleno de sueños e ilusiones, satisfacciones y desiluciones) estoy solo, mas no estoy triste, estoy cansado, mas no derrotado, tengo miedo sin embargo no pienso rendirme y esque la neblina que se puso frente mi camino se ha vuelto tan densa que no alcanzo a ver a 10 cm por enfrente de mi nariz, aquella vida que parecia aclararse un poco cuando cambie de ciudad para transformarme en un hombre hoy vuelve a ser turbulenta y de desiciones inmediatas que afectaran todo mi vida.

El 1 de febrero inicio mi servicio social, lo cual se traduce en que dentro de un año termino la escuela y termino mi plan de vida es dificil admitirlo pero creo que nunca pense mas lejos de ese dia es mas para ser honestos hubo muchas veces antes incluso de iniciar mi carrera que dude que llegaria, pero aqui estoy, al borde del abismo con solo una soga en mis manos que deberia ser suficiente para mantenerme.

Estoy pensando seriamente en irme a España el CONACYT ofrece becas muy interesantes y españa es un pais facinante ademas me gustaria conocer Merida y me gustaria vagar por todo Europa, conocer Barcelona, Madrid, Sevilla visitar a Ibay y Conocer mas sobre ese Pais Vazco del que habla con tanto orgullo, me gustaria enamorarme en francia, beber cerveza en alemania, asombrarme en Italia, y bailar en portugal.

Mi otra opcion?... Crecer. Estudiar una especialidad y ganar lo suficiente para mantenerme unos años en lo que pongo un consultorio y me hago de un nombre comprar mi mustang shelby 68 y dedicar mis tiempos libres, que no seran muchos, a arreglarlo y hacer que por lo menos ande. Comprar una casa en alguna Playa como ensenada y ver pasar mis años, quiza enamorarme de nuevo tener la bebe con que tanto sueño y emocionarme cada vez que me diga Papa.

No lo se, no se que me depara el futuro y lo mas probable es que no sea ninguno de esos caminos esos son mis ideales, mis sueños, la banderas con las que navegare por la vida espero se cumplan y el destino ponga de su parte que de mi parte puedo estar seguro que luchare por ellas.

Por lo pronto no se si es el mejor inicio de año el que estoy experimentando, estar sentado frente a mi computadora escribiendo estas lineas pero no me queda mas. Mi familia contrario a la tradicion esta desvalagada por todo la ciudad; Mis padres en una cena de año nuevo con sus amigos, Mi hermano cenando con su novia y sus suegros supongo, y Mis hermanos pequeños jugando Wii en el cuarto contiguo, no creo que sea la mejor manera de recibir el año que esta por venir pero creo que si viene tan cargado de cosas buenas como espero entonces no tengo que complir ridiculos rituales, ni tengo que gritar que ya esta aqui. Vendra solo lo quiera o no y no esperara nada de mi pero tampoco me regalara nada asi que no veo porque habria de hacerle una fiesta, lo recibire como el dia que tenga que recibir mi muerte sin arrepentimientos y con la firme idea de que la vida sigue y el mundo gira este yo aqui o no.

Al olor del hogar - Bersuit

Mi casa era un abrazo con aromas,
afuera el mar oleaba en adoquines,
por suerte habia chapas que, en la siesta,
hacian que llover no fuera triste...

Y hablo de mi casa, nunca nuestra,
mudándonos de barrio, sin opciones,
a la hora de movernos, ¡ qué increíble
imaginar un mundo en los camiones!...

La casa, ningún living, de una pieza,
de los despertadores tan temidos,
soñando que, tal vez, quizá no suene
para ir a mi otra escuela de bandidos...

Jamás podré elogiar mi pobreza,
tan sólo es el cristal de mi pasado,
que suena, como copa, en esta noche
y abraza con su vino destapado...

Mi hermano heredándome la pilcha,
aquella que vistió también a un primo,
así que fue que aprendimos el secreto
de compartir los parches y el camino...

El carnaval y el tango fueron cuna,
mi vieja me cantó "Duerme, negrito",
y en mi segundo hogar, el Gallinero,
mi viejo me soñó como Angelito...

La casa, ningún living, de una pieza,
de los despertadores tan temidos,
soñando que, tal vez, quizá no suene
para ir a mi otra escuela de bandidos...

Jamás podré elogiar a mi pobreza,
tan sólo es el cristal de mi pasado,
que suena, como copa, en esta noche
y abraza con su vino destapado...